sábado, 13 de julio de 2013

Cubito de caramelos


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Elegí caramelos para este recordatorio con idea de mezclar el pasado y el presente; creo que la tradición ha desaparecido pero soy madrina de Inés y los padrinos siempre han regalado a los invitados-niños monedas y caramelos.
Encontré los cubitos en Tigger, de aluminio pintados con unos colores muy llamativos, una monada y a muy buen precio y compré todos los que quedaban cuando fui a la tienda. No sabía exactamente los que íbamos a necesitar y me arriesgue. También compré servilletas decoradas a juego que encontré en El Corte Inglés. 
Quería que los caramelos no fueran muy conocidos por los niños y buscando buscando encontré en internet la tienda "Caramelos Paco", la de toda la vida. Están en la calle Toledo, no me pilla mal del trabajo y un día de camino de vuelta a casa me acerque. Como teníamos cubitos de sobra, se me ocurrió la idea de hacer unos para adultos y otros para niños de modo que compré caramelos Rolls artesanos, son los que tienen pintada una carita en el interior. También "The original gourmet Jelly Bean", más conocidas como Jelly Belly, son gominolas con forma de judía y de 80 sabores diferentes (dulces, ácidos, picantes, etc...). Salen en una de las películas de Harry Potter. Ronchitos (caramelos de trufa con guirlache en el interior), Coca Loca efervescente, Leche Merengada y caramelos envueltos en papel de Primera Comunión no podían faltar en el cubito para los niños.  Caramelos de Cuba Libre, Mojito, Café Irlandés, Café Whisky, Champan y Calimocho para los adultos, aunque no estoy muy segura de fueran los que finalmente liquidaron los caramelos.

Celofán, lazos y goma eva para los detalles del recordatorio. Una cesta moderna para llevarlos al Restaurante y evitar tragedias.
Gustaron, sorprendieron, revolucionaron por su originalidad.




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